Dentro del programa «poesía para llevar» os presentamos al primer poeta del mes.
Roger Wolfe
Poeta, novelista y ensayista español nacido Westerham, Kent, Inglaterra, en 1962. Reside en España desde los cuatro años. Es un gran impulsor del realismo contemporáneo español representado en una obra que él mismo ha denominado como «Escritura total». Su primer poemario Diecisiete poemas 1986, fue seguido por Días perdidos en los transportes públicos en 1992, Hablando de pintura con un ciego 1993, Arde Babilonia 1994, Mensajes en botellas rotas 1996, Cinco años de cama 1998, Enredado en el fango 1999, El invento: (Antología poética) 2001, Vela en este entierro 2006, Días sin pan: (Antología) 2007, Noches de blanco papel: poesía completa, 1986-2001 2008, Afuera canta un mirlo 2010. Recibió el premio Anthropos en 1991 y el premio Ciudad de Barbastro de novela corta por Fuera del tiempo y de la vida.
LA POESÍA
La poesía de una madre que grita en un balcón
llamando a sus hijos a la cena.
La poesía de una radio que suena al otro lado
de una ventana apenas entreabierta.
La poesía de un mendigo inclinado ante una gorra
en las baldosas, en espera de limosna.
La poesía de un charco agostado entre piedras.
La poesía de una mujer que se levanta de la cama
buscando a tientas el sujetador en la penumbra.
La poesía de un perro que se estira
bostezando en una alfombra.
La poesía de un televisor con el volumen silenciado
mientras suena música y los cuerpos se enajenan.
La poesía de una calle a media tarde
en cuyo extremo hay un boquete de luz que se proyecta
sobre el mar, atravesado por los tumbos de un borracho.
La poesía de una voz en el teléfono.
La poesía de un autobús que remonta la avenida
lleno de gente ensimismada.
La poesía de un viejo vagabundo desdentado
apurando un cartón de vino en la escalinata de una iglesia.
La poesía de una mancha de aceite en una acera.
La poesía de un hombre gordo que se agacha
para atarse los zapatos al fondo de la barra
resoplando alrededor de una colilla.
La poesía de una anciana que se arregla el maquillaje
en un espejo.
La poesía de unas manos que casi no son mías
tanteando (¿tonteando?)en el teclado…
Toda esta poesía que nunca cabe en un poema.
Mensajes en botellas rotas (1996)
EL AMOR, SUPONGO
He estado pensando en escribir
un poema de amor
dedicado a mi mujer
pero lo cierto es que no sé
por qué, pero me pongo
increíblemente triste y los poemas
de amor no se me han dado nunca
demasiado bien —o quizá es que nunca
lo haya intentado seriamente—;
supongo que el amor
debe de ser
como esos rarísimos instantes
de felicidad:
si por un momento
los tienes
yo diría
que no es conveniente
andar jodiendo el tiempo
con poemas.
Cinco años de cama (1998)
POESÍA
Me pregunta qué es la poesía.
La poesía, le respondo,
es un rebaño de vacas cruzando un puente
por encima de una autopista.
Y me mira, y sonríe,
y eso es poesía,
también.
Enredado en el fango (1999)
EL VASO
Siéntate
a la mesa.
Bebe un vaso
de agua. Saborea
cada trago.
Y piensa
en todo el tiempo
que has perdido.
El que estás perdiendo.
El tiempo
que te queda por perder.
Hablando de pintura con un ciego (1993)
ES LO QUE DICE
Sócrates
es lo que dice Platón
es lo que dice Marco Aurelio
es lo que dice Kant
es lo que dice Hegel
es lo que dice Nietzsche
es lo que dice Marx
es lo que dice Freud
es lo que dice Borges
es lo que decía mi abuela…
¿Y tú? ¿Tú qué dices?
¿Yo? Cómo que
qué digo yo?
Menuda pregunta.
Yo no digo nada.
El arte en la era del consumo (2001)
REVOLUCIÓN
Demasiada mierda
está siendo repartida
por los pocos
entre los muchos,
hasta que los muchos
se convierten
en los pocos
y la mierda
comienza a volar
de nuevo;
eso es lo que Marx
realmente
quiso decir
cuando dijo
que la realidad
es dialéctica:
apesta
en cualquiera de los casos.
Arde Babilonia (1994)
GLOSA A CELAYA
La poesía
es un arma
cargada de futuro.
Y el futuro
es del Banco
de Santander.
Cinco años de cama (1998)
EL ARTE EN LA ERA DEL CONSUMO
La edad de la ansiedad:
el tiempo de los nervios rotos.
Caminamos hacia el fin
como comediantes por una cuerda floja
que se deshilacha por momentos.
Debajo de nosotros,
el patio interior
de un centro comercial.
Contemple el espectáculo
mientras compra.
El arte en la era del consumo ( 2001)
SABIDURÍA
Una mujer
que pasa en bicicleta
a las dos de la mañana,
hermosas piernas morenas
bombeando los pedales
mientras la brisa le alza el vestido
y revela
un perfecto milagro
de carne femenina en movimiento.
Nuestros ojos
se cruzan un momento
y ya se ha ido.
Son cosas como ésa
las que te hacen darte cuenta
de lo poco que realmente sabes
de nada.
El arte en la era del consumo (2001)
ES TARDE YA EN LA NOCHE
Es tarde ya en la noche
y la playa está desierta.
Rompe el mar
sobre las rocas.
Un aire cálido,
espeso de salitre
y de recuerdos,
me baña la cabeza.
Cierro los ojos.
Inhalo.
Me dejo llevar.
Y luego pienso,
como casi siempre
que me pasan estas cosas,
en Proust.
Pero no he leído
a Proust.
Qué importa.
La vida es bella.
Quién necesita
a Proust.
Mensajes en botellas rotas (1996)
TENSA EL ARCO
La poesía:
una ballesta.
Y el punto de mira,
un corazón.
El arte en la era del consumo (1991)
EL TRABAJO SUCIO
Yo haré
el trabajo
sucio.
Karmelo C. Irribarrem
He vuelto a la poesía.
A la que siempre
me ha gustado:
la poesía elegíaca, narrativa,
de reflexión profunda
y medidas dosis de ensimismamiento.
Leo a Parcerisas, a Joan Margarit.
Releo a Juan Luis Panero,
a Cesare Pavese y a Cernuda.
Descubro los poemas amorosos
de Abelardo Linares. Me deslumbro.
Son una maravilla.
Buena parte de mi propia
poesía no es así, lo sé.
Pero uno no siempre escribe
lo que le gusta leer.
Uno no escribe necesariamente
lo que quiere, sino lo que debe escribir.
Uno mira alrededor y se da cuenta
de que hay montañas de ropa sin lavar.
El trabajo sucio.
Alguien —como dice
mi amigo Iribarren— lo tiene que hacer.
Afuera canta un mirlo (2010)